Detectar una bolita en el ano puede generar preocupación y dudas. Muchas personas la relacionan con hemorroides, pero en realidad esta protuberancia también puede deberse a otras patologías, como la fístula perianal, un problema frecuente que requiere valoración médica especializada. En Centro PAD, expertos en cirugía digestiva y proctología en Moncloa-Aravaca, ofrecemos diagnóstico avanzado y tratamientos eficaces para resolver de manera definitiva esta condición.
¿Por qué aparece una bolita en el ano?
El ano y la región perianal cuentan con una red de glándulas, vasos sanguíneos y tejidos blandos. Cuando se produce una alteración en estas estructuras, es posible notar una protuberancia o bulto. Las causas más frecuentes son:
- Hemorroides externas inflamadas.
- Abscesos anales, que son colecciones de pus dolorosas.
- Quistes o pólipos benignos en la zona.
- Fístula perianal, que suele originarse tras un absceso no resuelto y genera un trayecto anómalo hacia la piel.
De todas estas causas, la fístula perianal es una de las más comunes y, en muchas ocasiones, la responsable de que el paciente perciba una bolita en el ano acompañada de secreción, dolor o molestias al sentarse.
Fístula perianal: qué es y cómo se manifiesta
Una fístula perianal es un conducto anómalo que conecta el canal anal con la piel de la zona perianal. Generalmente surge tras la formación de un absceso, cuando la infección drena hacia el exterior, dejando un trayecto permanente.
Los síntomas más habituales incluyen:
- Pequeña bolita en el ano, que puede abrirse y cerrarse con secreción intermitente.
- Dolor en la zona, sobre todo al sentarse o durante la defecación.
- Supuración de pus o líquido con mal olor.
- Episodios recurrentes de inflamación y absceso.
- Irritación de la piel alrededor del ano.
En algunos casos, el paciente puede confundir la fístula con una hemorroide, pero la persistencia de la secreción y el dolor es una pista clave que debe ser evaluada por un especialista.
Diagnóstico de la fístula perianal en Centro PAD
En Centro PAD, la evaluación comienza con una exploración clínica cuidadosa para identificar el orificio externo de la fístula y el trayecto que sigue. En determinados casos se realizan pruebas complementarias como:
- Ecografía endoanal, que permite ver el recorrido del trayecto.
- Resonancia magnética pélvica, de gran utilidad en fístulas complejas.
- Anoscopia, para examinar la zona interna del canal anal.
Un diagnóstico preciso es fundamental para seleccionar la mejor técnica quirúrgica y lograr que la fístula se cierre de forma definitiva, preservando la función del esfínter.

Tratamientos disponibles: más allá de la simple extirpación
El tratamiento de la fístula perianal es quirúrgico en la mayoría de los casos, ya que los antibióticos solo alivian infecciones puntuales, pero no eliminan el trayecto fistuloso. En Centro PAD se aplican diferentes técnicas, adaptadas al tipo y complejidad de la fístula:
- Fistulotomía: apertura controlada del trayecto, indicada en fístulas simples.
- Colocación de setón: un hilo quirúrgico que mantiene la fístula abierta para evitar acumulación de pus, útil en fístulas que atraviesan parte del esfínter.
- Técnicas mínimamente invasivas, como el sellado con láser o adhesivos biológicos, que permiten tratar la fístula con menor daño tisular y mejor recuperación estética.
- Avances con colgajos de tejido, empleados en fístulas complejas para cerrar el trayecto y reforzar la zona.
Gracias a estas alternativas, en Centro PAD se consigue tratar incluso los casos más difíciles, reduciendo el riesgo de recurrencias y complicaciones.
Cuidados tras la cirugía de fístula perianal
Después de la intervención, es fundamental seguir ciertas recomendaciones para favorecer la recuperación:
- Mantener una higiene meticulosa con agua tibia tras cada evacuación.
- Usar ropa interior de algodón que permita transpiración.
- Realizar baños de asiento con agua templada varias veces al día.
- Evitar esfuerzos intensos o permanecer sentado durante largos periodos.
- Seguir una dieta rica en fibra y líquidos para prevenir el estreñimiento.
El equipo de Centro PAD ofrece un seguimiento cercano en el postoperatorio, ajustando los cuidados a cada caso y asegurando que la cicatrización se produzca sin complicaciones.
Diferenciar la fístula perianal de otras patologías
No todas las causas de una bolita en el ano corresponden a una fístula. Por eso es importante el diagnóstico médico, ya que pueden tratarse de:
- Hemorroides trombosadas, que se presentan como bultos dolorosos.
- Quiste pilonidal, localizado generalmente en el sacro, cerca del ano.
- Condilomas o verrugas anales, producidas por el virus del papiloma humano (VPH).
- Tumores benignos o malignos de la región anal.
Un diagnóstico precoz no solo permite iniciar el tratamiento correcto, sino también descartar patologías más graves.
¿Por qué elegir Centro PAD?
Elegir Centro PAD significa confiar en un equipo de cirujanos digestivos altamente especializados en la patología ano-rectal. Nuestros puntos fuertes son:
- Experiencia en cirugía avanzada de fístula perianal.
- Técnicas modernas que preservan la función esfinteriana.
- Atención personalizada y seguimiento postoperatorio cercano.
- Ubicación cómoda en Moncloa-Aravaca, con instalaciones modernas y accesibles.
En Centro PAD no solo tratamos la enfermedad, sino que acompañamos al paciente en todo el proceso, desde el diagnóstico hasta la recuperación.
En conclusión, una bolita en el ano puede ser señal de una fístula perianal, una patología que, aunque frecuente, requiere diagnóstico y tratamiento especializado. Ignorarla puede derivar en infecciones recurrentes y complicaciones mayores. En Centro PAD, contamos con un equipo experto en cirugía digestiva que ofrece soluciones personalizadas, eficaces y seguras.
¿Notas una bolita en el ano o tienes síntomas compatibles con una fístula perianal? No esperes más. Contacta con Centro PAD y agenda una consulta para recibir un diagnóstico preciso y el tratamiento más adecuado para recuperar tu bienestar.